En la madrugada de ayer, Josu Ferneda y Borja «Pocholo» Maymó, naturales de Valencia, recorrieron la frontera que separa España de Portugal -conocida como «La Raya»- esnifándola de norte a sur. «Estábamos muy borrachos, no lo habríamos hecho siendo conscientes de las consecuencias» asegura Ferneda, que ha sido detenido junto a su compañero en una comisaría de Huelva hasta que pase a disposición judicial. «Empezaron por Pontevedra y terminaron en Faro hasta difuminar completamente la separación entre ambos países. No necesitaron más de cuatro horas para esnifar La Raya entera» explica uno de los policías que detuvieron, demasiado tarde, a los vándalos.
Tras la desaparición de la frontera, los gobiernos de España y Portugal han iniciado intensos contactos diplomáticos para evitar el caos que ya empieza a asomar en las localidades colindantes. Cáceres, por ejemplo, está recibiendo a miles de portugueses desorientados que «pretenden tomar a todas las mujeres de la ciudad», según dicen algunos alarmados testimonios. También son muchos los gallegos que visitan Braga o Portalegre exigiendo alcaldes del Partido Popular e intentando establecer redes sólidas de narcotráfico, siguendo su arraigada tradición local.
José Luis Rodríguez Zapatero ha hecho un llamamiento a la calma y ha prometido que la situación «volverá a la normalidad en breve». También ha asegurado que, tras la remodelación efectuada en el gobierno español, no tiene pensado hacer más cambios «por mucho que insistan los portugueses».