No está confirmado pero hay indicios que apuntan a la posibilidad de que finalmente, y contra todo pronóstico, la cucaracha pueda volver a caminar. Un grupo de expertos internacionales que incluye a neurólogos, traumatólogos y a tres especialistas en psicomotricidad está trabajando a fondo en el caso.
Los científicos no quieren generar falsas expectativas, conscientes de que es un tema que preocupa. Por eso se muestran prudentes en sus declaraciones, quizá demasiado si atendemos a las palabras que dirigió ayer el doctor Sumalio a los periodistas en una rueda de prensa:
«Cuando digo que podría volver a caminar quiero que tengan muy en cuenta ese “podría”. Ha habido ciertas evidencias que nos permiten pensar que eso puede producirse, pero nada más. Estamos pendientes de todo las veinticuatro horas del día, todos los parámetros están monitorizados, pero no debemos olvidar el tema de las patitas de atrás que no tiene, porque le faltan. Y no es un inconveniente baladí. Lo que no queremos es tener que desmentirlo después y generar indignación en la opinión pública. Aunque sí les podemos asegurar que se encuentra bien, estable y en permanente observación. Si se diera el caso de que pudiera caminar, y es sólo una hipótesis, habría que estudiar qué medidas se toman. Pero esto no es lo que debe preocuparnos ahora».
La moderación de los especialistas no ha conseguido evitar la inquietud entre la gente. Al parecer, ayer por la tarde empezaron a propagarse e-mails y mensajes de texto en los que se animaba a todo el mundo a personarse en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, donde se dice que se encuentra la cucaracha. Este último dato, sin embargo, no ha sido confirmado en ningún momento porque el secretismo en este sentido es total. De todos modos, la convocatoria inundó de curiosos el recinto hospitalario hasta bien entrada la noche. Las autoridades tuvieron que intervenir ante la cantidad de gente que, ansiosa, exclamaba “¿Dónde está la cucaracha?”. Paralelamente, los filósofos del grupo Logos de la Universidad de Barcelona están intentando determinar adónde iría la cucaracha en el caso de que, efectivamente, pudiera caminar. El doctor García-Carpintero, uno de los investigadores, se comprometió ante los medios de comunicación a dar pronto una respuesta.
