En unas declaraciones hechas ante la prensa deportiva en la tarde de ayer, el brazo izquierdo de Rafa Nadal aseguró, separado del resto del cuerpo del jugador y reptando por el suelo, que no competirá en Australia. La extremidad superior izquierda del tenista ha reconocido que, aunque le habría encantado participar, no se encuentra en disposición de luchar por la victoria.
Horas más tarde, diferentes partes del cuerpo de Rafa Nadal se sumaban a la deserción. Su cabeza, por ejemplo, ha alegado hoy que, por separado, no puede competir y que es mejor retirarse del torneo. El tenista español lleva tantos años compitiendo al máximo nivel que muchas de las partes de su cuerpo han empezado a huir de él. La primera ha sido la extremidad izquierda, pero enseguida le han secundado las piernas y desde entonces muchas otras han tomado la misma decisión.
Aunque a Nadal le encantaría seguir jugando, ya se plantea la retirada debido a la dimisión de gran parte de su anatomía. “Durante años les he obligado a competir por mucho dolor o cansancio que sufriesen, así que han empezado a abandonarme y me han dejado solo”, lamenta.
Aunque su carrera tenística está en serio peligro, la genética privilegiada de Nadal ha permitido que sus piernas hayan fichado por el equipo de fútbol Real Valladolid, su brazo derecho se haya clasificado para el torneo nacional de pádel y su cabeza se haya presentado tercera en las listas del Partido Popular en Manacor.