Jaime Asunto, de 35 años, ha dedicado toda su vida a la música. Desde que a los 5 años le apuntaran a clases de solfeo, ha sabido que quería ganarse la vida como intérprete en una gran orquesta pese a su «nula sensibilidad auditiva». Aunque sus ingresos son escasos, ayer por la tarde se le fue la mano con la tarjeta de crédito y se gastó 12.000 euros en instrumentos de viento como silbatos de madera y flautas ocarinas e irlandesas.
El músico todavía no se explica cómo llegó a gastarse semejante suma de dinero en instrumentos tan sencillos como flautas y silbatos. «La vida está muy cara, compras varias flautas de caña y de madera y un silbato, que antiguamente costaban cuatro duros, y sin darte cuenta te buscas la ruina» se limitaba a decir ayer cuando periodistas de diversos medios le entrevistaron. «Podría entenderlo si habláramos de una flauta travesera o de un acordeón, pero es que esto es un palo. En fin, que se me fue la olla».
La madre de Jaime, en cuya casa vive el músico, es mucho más tajante y considera que su hijo es un maniroto: «Si fuera un músico de esos que van con Luis Cobos aún. Pero vamos, que vivimos de mi pensión. Yo entiendo que en los tiempos que corren y con la tontería esa del euro te plantas en un dineral sin darte cuenta, pero vaya, hay que vigilar y él siempre está en las mismas». La mujer lleva varios años sugiriéndole a su hijo que se busque un trabajo y, así, pueda pagar sus caprichos: «Sin embargo, entre pitos y flautas el niño se ha plantado en los 35 sin pegar un palo al agua».
Jaime ha declarado que intentará devolver a la tienda su adquisición: «Al menos los pitos, porque metiéndome dos dedos en la boca la cosa ya chuta y son 6.000 euros. Así mi vieja dejará de darme el coñazo, que estoy harto ya de que me mande a tomar viento».