La agresión rusa y la crisis en el Partido Popular han dejado a Pedro Sánchez el camino despejado para «pactar cosas progres» con Bildu y el resto de socios independentistas sin que la oposición ofrezca resistencia ni se lance la voz de alarma desde los medios de comunicación.
«Pensemos cosas progres y hagámoslas, es el momento», habría trasladado el presidente a su equipo, según fuentes de Moncloa, inmediatamente después de su comparencia pública de ayer, en la que condenó la invasión de Putin.
Desde el pasado lunes, Sánchez ha ordenado el acercamiento de centenares de presos etarras y ha valorado con Unidas Podemos la creación de una empresa pública de energía, aunque finalmente descartó la idea porque «es mucho lío».
«No se me ocurren más cosas progres. ¿Alguna idea?», habría comentado Sánchez al cierre de la edición, reconociendo que «a veces, cuando al fin tienes vía libre para hacer lo que te dé la gana, te bloqueas y no te sale nada». Un fenómeno que algunos expertos no han tardado en denominar «el síndrome de la izquierda en blanco».