Agentes de la Policía Nacional han rescatado a 15 niños de entre 4 y 6 años de la guardería “Las Margaritas” después de que el escritor Arturo Pérez-Reverte entrara en el centro educativo hecho una furia e insistiera en leerles cuentos de su colección infantil “Mi primer Autor”, que él mismo coordina y en la que participa con El pequeño hoplita. Fueron los propios trabajadores del centro los que llamaron esta mañana a las autoridades alertando de “un energúmeno de actitud amenazante que está haciendo llorar a los niños”.
“No sabíamos quién era, pero entró en la guardería y dijo ‘Os voy a leer unos cuentos buenísimos y al primero que llore le calzo un cabezazo’. Nos asustamos muchísimo porque no sabíamos qué quería”, explica Nuria Alaria, trabajadora del centro. Según dice, el escritor se puso a leer “un cuento horrible, a grito pelado y parándose cada dos frases porque se emocionaba ante la gallardía y saber estar del protagonista”.
Al parecer, los exagerados llantos del escritor se contagiaron a los niños, que rompieron a llorar también, lo que enfureció a Pérez-Reverte. Este acusó a los bebés de estar “adocenados por la cultura blandengue de hoy en día”, y de ser unos “víctimistas” y unos “gilipollas irrecuperables ajenos al lado oscuro de la vida”.
A continuación, el escritor destrozó la colección de libros de la guardería por considerar que estaba llena de «cuentos mediocres repletos de personajes cursis, amanerados y que no durarían ni cinco minutos en el Sarajevo que yo conozco».
Cuando llegó la Policía, el autor de El club Dumas había terminado de leer su colección de cuentos y estaba obligando a los niños a escuchar una historia de la Guerra Civil, “una guerra peor que cualquier otra guerra porque los dos bandos se enfrentaban a españoles y no hay hijos de perra con más cojones en todo el planeta”.