El Gobierno de Estados Unidos se ha puesto manos a la obra para cortar de raíz los contagios que se están produciendo, especialmente en la ciudad de Nueva York. Esta mañana, el presidente Donald Trump ha dado una rueda de prensa desde la Casa Blanca en la que ha ofrecido 30.000 dólares al ciudadano que cace al coronavirus.
Con esta medida se pretende acabar con la pandemia en un periodo de entre dos y tres días. En estos momentos, millones de carteles con la imagen del virus y la frase “Vivo o muerto” están siendo colgados a lo largo y ancho del país. Numerosos cazarrecompensas han cogido hoy sus rifles y han salido en busca de este villano con la esperanza de hacerse con la suma económica que ofrece el Gobierno.
“Es gordo y tiene unos pinchos rojos en la cabeza”, ha explicado el presidente.
“Traédmelo cuanto antes”, ha añadido con solemnidad. Como no lleva ni máscara ni guantes, los asesores de Trump confían en que le entreguen al virus muerto o, de lo contrario, se contagiará enseguida. “Le hemos pedido en múltiples ocasiones que tome medidas de seguridad, pero no se cree que algo tan pequeño como un virus pueda hacerle daño”, lamentan.
Como millones de estadounidenses han salido a cazar al coronavirus, el número de contagios en el país norteamericano no deja de crecer, por lo que, a última hora, Donald Trump ha tenido que subir la recompensa hasta los 32.500 dólares.
