Asegurando que es una práctica “habitual”, Robert Iger, actual CEO de Disney, ha confirmado esta semana que la compañía lleva décadas pagándole a Jordi Pujol un 3% en concepto de “royalties” por todos los muñecos, pegatinas, películas y productos en los que aparece Yoda.
Iger ha sostenido que se trata de un “acuerdo personal” que data de 1978 pero ha reconocido que “fue un error pactado en su día”, un “exceso de confianza” por parte de sus antecesores en el cargo y ha asegurado que, si se lo volvieran a ofrecer, “no lo aceptaría”. Pese al acuerdo, desde Disney se desmarcan del resto de empresas implicadas en el caso 3% y defienden que el acuerdo, aunque injusto y muy beneficioso para Pujol, no es corrupción porque “efectivamente el expresident tiene los derechos del personaje por motivos desconocidos, pero así es como es”.
“Hay que pagarle por todo, ya sea un peluche o una nueva película. En su momento no pensábamos que Yoda fuera a ser tan popular, pero tras 40 años hemos perdido millones y millones”, ha lamentado el CEO de la compañía. “Se ha llevado un 3% de cada muñeco, de cada caja de cereales, de cada pegatina, de cada mochila… Allí donde sale Yoda, Pujol se lleva un pellizco. Ferrusola lo controlaba todo. Era imposible producir nada sin que la familia lo supiera”, explica.
La creación de Baby Yoda ha sido un intento de Disney de dejar de pagar el 3% pero Jordi Pujol se ha cerrado en banda y ha amenazado con señalar a la persona que se lleva un pellizco por todo el “merchandising” de Jar Jar Binks, Jabba el Hutt y el mismísimo Darth Vader.
“Si se me cierra el grifo a mí, caen todos. Tú, yo, aquel… Todos. No hay más Guerras del espacio o como se llame”, habría declarado Pujol, según las mismas fuentes.
