Asegurando que son novios y se van a casar, lo que muestra hasta qué punto es laxa y progresista su concepción del matrimonio, Martina López, una niña de seis años, permite que una muñeca Barbie y su dinosaurio se den besos prometiéndose amor eterno. “Se quieren”, ha explicado López a la prensa haciendo caso omiso de las esenciales diferencias biológicas y sociales entre la muñeca de Mattel y el dinosaurio sin marca comprado en el mercadillo, demostrando una tolerancia nunca antes vista.
“Los dos son mamás”, ha informado además la niña, demostrando que no solo su generación ha superado ya las tradicionales concepciones de género sino que también ve con naturalidad el sexo entre especies. De hecho, fuentes cercanas han informado que hace unos días Ken y el mando a distancia del televisor empezaron una relación.
“Mua, mua, mua… Mmmmmmmua”, ha declarado la niña sujetando los muñecos con sus manos y haciendo chocar sus cabezas, mostrando su amor libre más allá de convenciones sociales.
Al cierre de la edición, unos médicos de Lego han informado a la Barbie de que está embarazada y en unos meses dará a luz a nueve dinosaurios, algo para lo que su cuerpo no está preparado, por lo que le aconsejan abortar.