Mariano Rajoy ha comunicado hoy a su equipo que, antes de que termine la semana, quiere haber arrancado todo el cobre, los picaportes y los marcos del Palacio de La Moncloa. Ha pedido “unidad frente este nuevo reto” y ha animado a todos los miembros del Ejecutivo a ayudarle. “Luego, con lo que saquemos del chatarrero, iremos al 50%”, ha añadido.
Esta misma mañana, subido a lo alto de un camión y acompañado de Dimitri, Alexandru y Bogdan, a quienes él define como sus “nuevos hombres de confianza”, el presidente en funciones comenzaba a cargar todos los papeles, folios a medio usar y cartones que ha encontrado en sus dependencias. Antes de irse, ha rastreado con un palo de escoba los contenedores de reciclaje de papel de las calles aledañas «para que la mercancía pese un poco más”
Según varios testigos, Rajoy ya habría llevado al desguace el coche oficial con el propósito de venderlo por piezas. Tras una acalorada disputa con Juan de Dios Heredia, dueño del establecimiento, se habría llegado a un acuerdo de 560 euros por el auto.
Algunos viandantes aseguran asimismo que el mandatario, ataviado con unas gafas de sol, les intentó vender por la calle el retrato del Rey que había en su despacho.