Un profesor del centro escolar Fumanchú de Móstoles (Madrid) llevaba cuatro años obligando a sus alumnos a traer un catalán a clase para proceder a su disección.
La dirección del centro docente le ha abierto un expediente disciplinario pese a que el maestro insiste en que “los niños no se van a encontrar con muchas ranas en el futuro pero sí con catalanes, y deben conocerlos y saber cómo son”.
El profesional sancionado, que dirige el Área de Ciencias Naturales del colegio, argumenta que muchos de los problemas territoriales que afectan España «tienen que ver básicamente con el miedo a lo desconocido, con los recelos que provocan los catalanes al resto de españoles que no los conocen en profundidad».
«Es mucho más fácil comprender los sentimientos de alguien a quien has visto por dentro», reitera el maestro, que se enfrenta ahora a una multa de 250 euros.