Tras la última bajada de temperaturas, miles de chicas españolas han empezado a desarrollar de manera natural el recubrimiento corporal con el que harán frente al frío durante los próximos meses y que consiste en una mantita de sofá en la que enroscarán sus cuerpos “hasta formar una suerte de capullo hermético del que no saldrán hasta la primavera”, según han explicado varios expertos.
«Las novias necesitan acercarse a fuentes de calor para conservar su frágil temperatura corporal y, cuando llega el frío, su propio cuerpo se envuelve en un exoesqueleto térmico que dificulta sus movimientos pero les garantiza sobrevivir al invierno”, detallan los especialistas, todos ellos parejas de esas chicas.
“No obstante, pueden alcanzar grandes velocidades desplazándose envueltas en ese capullo si viene, por ejemplo, una visita imprevista y necesitan ocultarse porque se sienten algo indefensas en ese estado”, añaden.
Cuando vuelvan a subir las temperaturas, las crisálidas dejarán atrás su cascarón cilíndrico y, con un poco de suerte, las jóvenes se desprenderán de todo el vello acumulado en sus piernas. «Luego, en noviembre, regresarán al mismo capullo que dejaron atrás en primavera. Raramente desarrollan uno nuevo», concluyen los expertos.