Íker Casillas es, según dijo Vicente del Bosque, «el portero titular indiscutible de la Selección». Sin embargo, la confianza del entrenador en el guardameta estuvo a punto de no ser correspondida por el portero de Móstoles, que estuvo dudando sobre la posibilidad de acudir a Brasil hasta el último momento.
El motivo de las dudas era la coincidencia de las fechas del Mundial con el periodo de vacaciones de su compañera sentimental. «Yo no pude convencerla al principio, pero el míster sí lo consiguió», dice Casillas.
«Es difícil combinar las vacaciones porque este año a ella le tocan en julio y claro, no quería quedarse en casa por lo del Mundial», comentó Casillas a unos periodistas. «Ella entiende que lo de la Roja es muy importante, pero al principio quería que fuera otro portero o que no hicieran el Mundial en verano, ‘cuando la gente decente se va de vacaciones’. Así que no fue nada fácil llegar a un acuerdo».
El portero pidió ayuda a Del Bosque y éste fue capaz de convencer a la chica de que Brasil es un buen destino vacacional. «Mientras yo juegue partidos ella podrá ir visitando lo que haya por allí», comenta el guardameta. «De todos modos, el próximo Mundial deberían convocarlo en Las Bahamas o, al menos, en Benidorm. Nos pondrían más fácil lo de la conciliación familiar», apunta.