La pasada madrugada, Nicolás Granero, un hombre natural de Soria, se durmió gritando al creer que su vida era una pesadilla. Convencido de que su existencia era en realidad un mal sueño, este hombre estuvo gimiendo y gritando empapado en sudor cerca de diez minutos hasta que finalmente se quedó dormido.
Su pareja, con la que tiene siete hijos, trató de calmarle, pero el afectado no se tranquilizó hasta que se quedó dormido y se convenció de que la pesadilla que estaba viviendo al dormir era en realidad la realidad y que la realidad solo era una pesadilla. “Su grito era desgarrador y yo le gritaba para que se callara, pero él seguía gritando y diciéndome que yo no era real”, explica la mujer.
Nicolás solo respiró tranquilo cuando se quedó dormido. A la mañana siguiente le confesó a su pareja que había tenido un precioso sueño en el que se caía de un avión en llamas y chocaba contra un mar lleno de olas con pirañas y tiburones que trataban de morderle. “Cuando salí del agua estaba en un desierto lleno de serpientes venenosas, fue precioso”, aseguró.
Para evitar que se repita una situación semejante, Granero empezará a dormir 16 horas al día. “Como, cuando sueñas, el tiempo transcurre más lento, podré permanecer alejado de mi vida más de 24 horas al día”, celebra.
