Que haya gente que se coge las vacaciones cuando todo el mundo ha terminado las suyas es, a día de hoy, a principios de septiembre, la mayor preocupación de los españoles, según se desprende de un estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas. Así, la popularidad de esas personas, a las que en agosto se percibía como “inteligentes” y “astutas”, se ha desplomado y ahora son consideradas “traicioneras”, “viles” y “auténticos hijos de puta”.
“Coger vacaciones ahora, cuando toda España se reincorpora y piensa cómo sacar el país adelante, es un golpe bajo, una puñalada trapera y una traición en toda regla”, explica Isabel Pollal, trabajadora madrileña de la multinacional Jenknins & Co. que volvió de vacaciones hace unos días.
Según el CIS, las personas que han elegido trabajar en agosto para irse de vacaciones ahora, en septiembre, están por debajo en índices de popularidad que los políticos, los terroristas, los okupas, los delincuentes en general y hasta los catalanes. “Sí, me va a costar confiar en Conchi, que se va de vacaciones mañana a Tenerife, justo cuando todos los demás estamos contestando mails acumulados”, explica Pollal.
Por lo general, las personas que se van de vacaciones en septiembre y octubre están libres de cargas familiares, lo que ya suscita recelos.
El grupo de personas que se van de vacaciones este mes se considera una minoría atacada y perseguida injustamente, pero aun así admiten que merece la pena recibir tanto odio a cambio de poder publicar en redes sociales fotos de playas y piscinas mientras los demás están en la oficina y han gastado ya todos sus días libres hasta final de año. “Sale a cuenta, sale a cuenta”, admite Manuel T., un administrativo de Barcelona que prefiere no revelar su identidad y que se fue de vacaciones el pasado lunes.
“Podría haberme ido de vacaciones el viernes, pero alargué el trabajo hasta el lunes para poder cruzarme en la oficina con los que volvían”, explica a la prensa.
Las personas que se cogen las vacaciones ahora en septiembre probablemente recuperen sus índices de popularidad a principios de octubre, cuando vuelvan a la oficina completamente devastados y se vayan de vacaciones los que prefirieron dejárselas para entonces.