Un minuto después de sentarse en la mesa de su despacho Pedro Sánchez se ha dicho a sí mismo en voz alta “¿qué te apuestas a que tardan menos de cinco minutos en venir a tocarme los cojones con alguna de sus mierdas habituales?”, según han informado fuentes cercanas a la residencia presidencial. “Ya verás, ni diez minutos me van a dejar. Ni el putó café tranquilo me voy a poder tomar”, ha farfullado el líder socialista.
A las 10.25 de la mañana, Pedro Sánchez ha recibido la agenda del día de parte de la vicepresidenta primera María Jesús Montero, a quien ha preguntado “qué coño quieren estos [los 47 millones de españoles] ahora”. Según ha admitido el presidente, el problema no es tanto que él haya vuelto de vacaciones como que los españoles hayan vuelto de vacaciones y admite que “es en agosto cuando más trabajo se saca adelante” porque “estos mamones [todos los ciudadanos] no están tocando las narices todo el rato y uno puede concentrarse”.
“Bueno, pues ya me han puesto una reunión. Es que increíble”, ha dicho Sánchez en referencia al pleno del Congreso de los Diputados de este miércoles.