La Fundación Kafka había planeado una serie de eventos culturales, conferencias y exposiciones para honrar el centenario de la muerte del autor, sin embargo esas actividades han quedado en suspenso debido a un laberinto inhumano de trámites, permisos y regulaciones, según ha denunciado Petr K., el director del Museo Kafka, ubicado en Praga.
La Fundación lleva semanas inmersa en un proceso de requisitos absurdos que parecen multiplicarse sin cesar. “Cada vez que presentamos un documento, nos solicitan otro diferente, y cuando lo entregamos, descubren que falta otro más… Pensábamos que sería más fácil pero a este ritmo se nos va a pasar el centenario, que oficialmente era este lunes 3 de junio”, comentaba a la prensa, completamente desolado, K., director de la fundación.
“Me siento completamente impotente, pero supongo que no hay nada que pueda hacer, el permiso tiene que dárnoslo alguien llamado El Oficial y nunca se encuentra en su oficina o no tiene tiempo para atenderme”, se queja el señor K., que no puede evitar sentirse culpable y “terriblemente avergonzado” por la situación.
El director de la fundación admite que la situación “para la que se carecen de adjetivos” le ha generado tal angustia que se ha visto abocado a escribir un diario de sus avances organizando las celebraciones del centenario del autor de El Proceso. “Durante la última semana, preparando las celebraciones, ha habido en mí como un hundimiento total. Todo parece acabado. No puedo evitar culpar a mi padre. De fondo, la guerra con Rusia. Por la tarde, clase de natación”, escribió K. hace dos semanas en su diario personal.
El director denuncia también que hace dos días la policía precintó la sede de la entidad y requisó todo el material sin explicación alguna. Ahora deberá enfrentarse a un largo proceso judicial acusado de diversos cargos, según ha podido saber la prensa.
La situación del director de la fundación no ha hecho más que empeorar y diversas fuentes han señalado que K. ha decidido acostarse durante unas horas para intentar disipar su terrible dolor de cabeza y tras un sueño ajetreado se ha levantado convertido en un asqueroso insecto.
