Asumiendo que “generar aire” es un paradigma atrasado y que lo más eficiente para enfriar una habitación es “cambiar la habitación”, Dyson ha presentado una nueva gama de ventiladores, los Gate Cooler, que abren un portal a otros puntos del Universo donde se esté a una temperatura más fría. Estará en manos del usuario decidir si cruza el portal o simplemente se pone delante del Quantum Gate Cooler para que le dé el aire (no siempre respirable).
Por ahora resulta imposible calibrar el Quantum Gate Cooler para abrir un portal, por ejemplo, al Munich del 6 de enero de 1476, un día presumiblemente “fresquito”, sino que el aparato abre portales a “sitios y momentos fresquitos” al azar y de forma incontrolable. La marca confía en poder implementar esa mejora en futuros modelos en los que la cuántica esté mejorada.
En un primer prototipo, el ventilador transportaba a la persona a exoplanetas con temperaturas muy frías, pero la experiencia era demasiado radical para un usuario que, según el propio James Dyson, fundador y director ejecutivo de la compañía, “todavía no está preparado para los viajes espaciotemporales instantáneos y aparecer desnudo en un punto fresquito random del Cosmos”.
“La gente aparece en un exoplaneta y se pone a gritar”, admite el inventor.
“Limitarnos a mover aire de un sitio a otro es rudimentario para nuestra marca. Ahora estamos trabajando en un aspirador de suelo que desintegra completamente el suelo para que no se llene de polvo nunca más, en un secador de pelo que elimina por completo el cuero cabelludo y en un secador de manos que te cambia las extremidades por garras prensiles no humanas cubiertas de piel hidrófobica”, explica Dyson.
El Quantum Gate Cooler cuesta 45.000 euros.
