La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) del Ministerio de Sanidad ha notificado un incremento del 110% en el consumo de diazepam, lo que sitúa a España como el país del mundo donde más se toma esta benzodiacepina. Este exceso es, al mismo tiempo, lo que ha evitado otra guerra civil en el país, según confirmaba esta mañana un informe del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
«La política y los medios de comunicación han sido incapaces de evitar la crispación y, de hecho, han actuado como vectores de confrontación. Esta situación solo la ha podido atajar la industria farmacéutica», señalan los sociólogos. Se admite así que la dependencia crónica de los ansiolíticos es «un mal menor» cuyos efectos nocivos palidecen si se comparan con las consecuencias de una contienda como la que se vivió entre 1936 y 1939.
Las conclusiones del estudio del CIS han llevado a la entidad a recomendar a las autoridades sanitarias que faciliten el acceso a los ansiolíticos entre la población más vulnerable, refiriéndose a periodistas, políticos, empresarios, agentes de las Fuerzas del Orden y altos estamentos militares, adictos tradicionalmente a la cocaína y otros estimulantes.
«La sustitución gradual de la cocaína por las benzodiacepinas es hoy en día el mayor garante de la paz social, habida cuenta del reiterado fracaso al que han llevado las políticas socialdemócratas y la defensa de los Derechos Humanos, pisoteados una y otra vez ante la indiferencia de todos», reza el informe. Los especialistas rechazan el término «derrotismo» y prefieren abrazar la idea de que «una sociedad narcotizada es la única sociedad que el mundo se puede permitir si el objetivo es evitar la autodestrucción». Al mismo tiempo, restan peso al poder de la educación en los valores o la ética, cuya capacidad para contribuir a la concordia social es, según ellos, «mucho menor de la que se le suele atribuir, sobre todo si se compara con el efecto de la medicación».
Este nuevo enfoque sociológico ha situado el diazepam como el candidato favorito a obtener el próximo Nobel de la Paz.
