Peter Higgs, ganador del premio Nobel de Física en 2013 gracias a su descubrimiento de la partícula que lleva su nombre, el bosón de Higgs, ha muerto este lunes en su casa de Edimburgo a los 94 años de edad sin decir dónde guardó la partícula popularmente conocida como la ‘partícula de Dios’. “Al ser subatómica, va a ser difícil encontrarla, especialmente porque su despacho es un caos”, explicaba ayer a la prensa uno de sus hijos.
Según Higgs, su partícula no posee espín, carga eléctrica o color, es muy inestable y se desintegra rápidamente, lo que convierte su búsqueda en una hazaña. Algunos científicos ya han sugerido arrojar todas las posesiones de Higgs (ropa, libros, monedero…) al Gran Colisionador de Hadrones del CERN para volver a encontrar la partícula, tal y como se hizo en 2012, cuando se anunció su descubrimiento. “Ahora mismo trabajamos con varias hipótesis: puede estar en el cajón de los calcetines o en una caja fuerte en Suiza, todo son conjeturas. Estamos como hace cincuenta años”, lamenta un científico. Higgs, que insistió en llamar a su bosón “bosón de Higgs” o “el bosón mío” o “mi bosón”, se mostró siempre muy posesivo con la partícula subatómica, lo que ahora, a su muerte, es un problema.
Miembro de la Royal Society y Profesor Honorífico, Higgs pasó la mayor parte de su vida profesional en la Universidad de Edimburgo, que creó el centro Higgs de física teórica en su honor en 2012. “Pero aquí no está, aquí no guardó la partícula, aunque la trajo un día en un frasco que llevaba colgado al cuello para que la viéramos”, confirmó ayer a la prensa un becario del centro.
Una vez culmine el proceso de búsqueda (muchos científicos ya hablan de un “redescubrimiento” del bosón de Higgs), se iniciará una intensa batalla legal entre todos los herederos del científico, que recientemente cambió su testamento para dejarle todos sus bosones, no a sus hijos o a la comunidad científica, sino a Nathalie “Chichi” Johnson, una bailarina exótica de 23 años con la que contrajo matrimonio el año pasado y que heredará todos sus bienes. “Mi madrastra, Chichi, se aprovechó de mi padre, ya anciano, para heredar sus bosones pese a no tener ella ni idea de física, y en malas manos esa partícula puede hacer mucho daño, porque es una de las cuatro partículas que dan forma a la realidad y Chichi tiene muy mal gusto y va a poner toda la materia con estampado de leopardo”, se queja uno de los hijos del Premio Nobel.
Los expertos en física cuántica han pedido a los herederos de Higgs que, antes de iniciar la búsqueda, se aseguren de que el científico ha fallecido realmente “porque a veces puede pasar que estés vivo y muerto al mismo tiempo”.
