El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha publicado una carta en la que anuncia que suspende varios días su agenda política hasta el próximo lunes 29 de abril para «reflexionar» y decidir si «continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor». Media hora más tarde, a través de las redes sociales, Carles Puigdemont le ofrecía su Casa de la República en Waterloo «por solo 3500 euros al mes».
«Dos plantas, a cuatro vientos, billar en la planta baja, suelo térmico, jacuzzi, capilla con una réplica exacta de la Moreneta… se lo ofrezco como cortesía de socio de Gobierno porque hasta pierdo dinero», explicaba el político catalán, asegurando que «si lo que quiere es parar y no hacer nada de nada, le puedo garantizar que es el sitio».
Insiste Puigdemont en que «el riesgo de probarlo es que no querrá volver», y se aventura a ofrecer el alquiler permanente de la planta de abajo «si se acaba animando a gobernar, como yo, desde el exilio, porque es un lujo».
El político de Junts dice que, si Sánchez se anima a retirarse en Waterloo, él puede ocupar su sitio en La Moncloa «porque esto del intercambio de viviendas está muy de moda ahora».
Al cierre de la edición, Pablo Casado le ha dicho a Sánchez que él también se atrevió con Ayuso y que ahora, cultivando remolachas, su vida «es mejor y más tranquila».
