Pensando que puede desafiar las leyes fundamentales de la naturaleza, Jaime Romay, un hombre que ha salido de casa corriendo a las 9:15, cree que, de algún modo, puede llegar a la oficina puntual, a las 9:00. “Si me doy un poco de prisa, todavía puedo llegar a tiempo a la oficina, hace un cuarto de hora”, ha declarado con confianza, creyéndose capaz de doblegar las leyes físicas a su antojo.
Este Amo y Señor del Tiempo, que cree poder viajar al pasado simplemente deseándolo, admite que quizá va “un poco tarde” pero, pese a tener 45 años, no parece haber entendido todavía cómo funciona el tiempo y de alguna manera cree que aún puede llegar “casi puntual” haciendo retroceder el Universo entero 15 minutos sin mayores consecuencias. “Soy una persona puntual: si tengo que estar en algún sitio a una hora determinada, salgo de casa a esa hora determinada”, ha explicado Romay.
“Corre, corre, corre, corre”, se ha dicho a sí mismo pese a que ya está todo perdido y no hay nada que pueda hacer para llegar a tiempo, pues esa oportunidad ya pasó y nunca, jamás, va a regresar, según apuntan todos los datos consultados por este diario.
Al cierre de la edición, diversas fuentes han confirmado que Jaime Romay ha llegado a su oficina, según él, puntual “a las 10:00 en punto”.