El inminente estreno de Políticamente incorrectos llegará envuelto en la polémica después de que la productora de la película, que satiriza los partidos políticos españoles, haya reconocido a los medios que uno de los actores protagonistas, cuyo nombre ha preferido mantener en el anonimato, se ha quedado “atrapado en su personaje” y se comporta como un político con privilegios incluso meses después de terminar el rodaje.
“Costó mucho que abandonara el set de rodaje, tuvimos que decirle que electoralmente era importante que lo hiciera”, comenta la directora, Arantxa Echevarría. “Me preguntó si sabía con quién estaba hablando”, confiesa.
Ahora, el intérprete asegura que se ha pasado al sector privado y ha fichado por una compañía energética. “Lo fuerte es que nos llamaron de la empresa para pedirnos referencias, les dijimos que había actuado en Políticamente incorrectos, pero que solo era actor. Pidieron un pase privado de la película y les gustó tanto que lo incorporaron a la junta directiva. De locos”, explica Echevarría.
Son muchos los actores que preguntan si “esto de las puertas giratorias en el cine existe de verdad”. Los responsables de Políticamente incorrectos insisten en que la película es una sátira y nada más. “Estoy un poco nerviosa porque mucha gente del cine me está pidiendo que nos presentemos a las elecciones. Yo solo he dirigido una peli”, dice la cineasta.
El resto del elenco que participa en Políticamente incorrectos valora regresar a sus personajes, aunque sea durante la promoción de la película, para ver si también “rascan algo” del sector privado. “Por favor, no caigamos en lo que estamos criticando en la peli. Me sentiría fatal si el guion pasara a la vida real, que bastante mal está la cosa”, pide Echevarría. “Id a ver la peli, que os vais a reír, pero luego quedaos con lo que tiene de sátira, no intentéis hacer estas cosas en casa”, insiste.
