Llegado el nuevo año, la ciudadanía ha empezado a estrenar sus agendas de 2024 y miles de personas se han percatado estos días de que el año solo llega hasta el mes de mayo. «Los fabricantes insisten en que no se trata de un error, dicen que han seguido las indicaciones. ¿Las indicaciones de quién? No nos lo dicen», comentaba ayer la portavoz del Gremio de Librerías y Papelerías de España, Sara Chiné.
La avalancha de dudas expresadas por los consumidores de cientos de países ha obligado a los gobiernos a intervenir para aclarar qué está ocurriendo con las agendas. Finalmente, se ha sabido que la decisión de terminar en mayo proviene del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que se resiste a dar muchos detalles, aduciendo que «llevamos años avisando y hasta aquí hemos llegado. Hay que disfrutar de los meses que nos quedan».
Chiné insiste en que «lo único que dicen es que ya sabemos desde hace mucho lo que hay, y luego recomiendan ver Melancolía de Lars Von Trier. Es inquietante».
Desde el IPCC piden a la ciudadanía que deje de comprar agendas de 2024: «Todas terminan en mayo, y cada agenda que se imprime es un árbol menos: si seguimos así, habrá que arrancar las hojas del último mes porque nos iremos a la mierda ya en abril», señala la entidad en un comunicado.
