El compromiso firmado por Rafael Nadal con la Federación de Tenis de Arabia Saudí para convertirse en embajador de este deporte está teniendo efectos no previstos. Desde que se hizo público el acuerdo esta semana, varias clientas del fabricante de automóviles Kia, del que es imagen el tenista de Manacor, han denunciado que ya no pueden conducir sus coches y, en el cuadro de mandos, les aparece el mensaje «Contacte con su marido». Es más, cuando protestan, se cierran automáticamente las puertas del vehículo y se quedan encerradas en él hasta que se disculpan.
Aunque Kia ha llamado a revisión a miles de coches en todo el mundo, por el momento el fabricante no detecta anomalías técnicas. «No, no, la anomalía está en Arabia Saudí», señalan las clientas, que insisten en que «lo que hay que llamar a revisión es el respeto a los Derechos Humanos y a las mujeres en ese país».
«A mí me funciona», comentaba este mediodía Nadal, en referencia a su coche y, probablemente, también al acuerdo recién firmado. Miles de hombres poseedores de un Kia se unían al jugador y hablaban de «campaña de desprestigio del feminismo radical».
Aunque Asia occidental queda lejos de España, las corrientes ideológicas han acabado llegando también a nuestro país. La dueña de un Kia Sorento natural de Ávila lleva cuatro horas encerrada en su coche por quejarse al ver que el navegador del automóvil insistía en llevarla a una mezquita. «He puesto la radio para distraerme y me ha saltado un anuncio de Kia con el lema ‘Machismo con siete años de garantía'», dice.
Aunque recibe presiones para cambiar de embajador de marca, Kia recuerda que «estamos hablando de Rafael Nadal Parera, señores». También aconseja a las afectadas que prueben a arrancar el coche gritando «¡Vamos, Rafa!».
