Esta semana, los gatos han denunciado que, con la subida de los precios, solo pueden costearse cinco de sus siete vidas. Muchos de los felinos están renunciando a sus dos primeras vidas para poder vivir las cinco restantes más dignamente. La subida del aceite ha hecho que el atún y el salmón estén por las nubes y la mayoría de gatos no pueda pagarlos.
Muchos felinos ya no salen de casa con el fin de ahorrar para sus otras vidas. Es el caso de Timmy, un siamés de siete años que lleva desde 2019 sin salir a la calle. “Antes aún iba a la gatoteca, pero tal y como están los precios lo mejor es quedarse en casa rascando cortinas”, se sincera.
Todavía hay bastantes gatos que viven su primera vida a todo tren y luego, en las seis restantes, pasan hambre y penurias. “Si encima te cruzas con un gato negro, mala suerte para el resto de vidas que te quedan”, se quejan los felinos.
Los gatos españoles tienen la fortuna de disponer solo de siete vidas, pero en el caso de los ingleses, al tener nueve, deben malvivir casi la mitad de ellas.
La otra cara de la moneda son los perros, que solo tienen una vida y además cada año computa como siete años humanos, de manera que siempre están contentos y despreocupados. Por si fuera poco, muchos de los perros que conviven con gatos se comen la comida de éstos, aumentando así la desigualdad entre ambas especies.
