Recibido al grito de “libertad” —su lema electoral— entre unos seguidores eufóricos que jalean el fin del peronismo, Javier Milei ha pasado toda la semana recorriendo Argentina con su motosierra celebrando su victoria. “Lo primero que voy a hacer es sacar a Argentina de la Unión Europea, al fin. ¡Al fin, al fin seremos libres!”, ha repetido estos días.
El nuevo presidente ha basado su campaña electoral en la promesa de llevar a cabo la salida de Argentina de la Unión Europea. “Triunfamos y rompimos el bloqueo. Ahora el país será capaz de ejecutar el Boludexit”, dijo un Milei exultante durante la noche electoral.
“¡Basta ya de vivir esclavizados por los dictados de Bruselas!”, ha repetido también en las entrevistas que ha concedido durante toda su campaña.
Milei, sin embargo, ha repetido que no está loco y que sabe que va a ser “muy complicado” superar las “trabas burocráticas para ejecutar la salida de Argentina de la Unión”, pero promete ponerse a trabajar en ello cuanto antes.
Según el político euroescéptico, a Argentina le interesa abandonar la Unión Europea no solo por motivos económicos, sino también culturales. “Nuestra moneda no es el euro, es la guita, y nuestro sistema métrico también es distinto, dado que no usamos el [sistema métrico] decimal sino el diego, la gamba, la luca y el palo, por mucho que eso moleste a nuestros vecinos de Francia”, ha explicado Milei a los medios esta semana.
El presidente electo de Argentina ha dicho también que, si la salida de Argentina de la UE “fastidia a los laburistas”, lo siente mucho.
