La falta de recursos en la Sanidad pública fuerza a los profesionales a tener que soportar no solo las horas extenuantes de trabajo mal pagado sino también, desde esta misma semana, el ridículo de ejercer con disfraces de enfermera sexy comprados en AliExpress. Lo denunciaba esta mañana el sindicato de enfermería: «Están aprovechando los descuentos de Halloween para renovar los uniformes comprando disfraces baratos, no es digno, es machista y humillante», decía su portavoz en Madrid, Eusebia Samboyedo.
«Es verdad que algunos pacientes de la UCI se recuperan por el impacto de vernos de esta guisa, pero es un precio que no estamos dispuestos a pagar», explica desde el hospital Gregorio Marañón de Madrid el cirujano vascular Sandro Matorras, disfrazado de vampiro.
Sanidad insiste en que los nuevos uniformes «cumplen su función» y añade, además, que contribuyen a «acercarse a los pacientes». No comparten esta opinión los profesionales. Entre ellos la valenciana Micaela Porral, cansada de tener que coser a los enfermos con su disfraz de Eduardo Manostijeras. «Se ríen y no respetan tu criterio, o lo respetan aún menos que antes», señala.
El único centro hospitalario a salvo de este problema es el Zendal de Madrid, donde no hay facultativos ni profesionales de la enfermería.
