Esta semana, Jordi Pujol, expresidente de la Generalitat de Catalunya, ha admitido que aprendió catalán porque se lo exigió Andorra en su día. El expolítico reconoce que, hasta entonces, ni conocía la existencia del idioma, aunque sí lo había escuchado alguna vez en televisión. Debido a sus constantes visitas, el Gobierno andorrano le exigió aprender catalán para poder seguir entrando en sus fronteras y disfrutando de las exenciones fiscales.
Pujol, de 93 años, recuerda lo mal que lo pasó estudiando catalán y lo difícil que le parecía. “Especialmente los pronoms febles me traían por el camino de la amargura”, se sincera el político catalán. “Los plurales en femenino también me costaban mucho, pero si quería entrar en Andorra tenía que pasar por el aro”, asegura. «Fue un sacrificio que hice por Cataluña y por mi familia”, sentencia.
Las declaraciones de Pujol se han producido a tenor de la actualidad, en concreto de las quejas de los youtubers que residen en Andorra y no quieren aprender la lengua de Pompeu Fabra. “Los streamers esos que se quejan tendrían que haberme visto a mí estudiando catalán sin internet ni nada”, dice. Pujol también reconoce que le sorprendió que el idioma que aprendió en Andorra le sirviera para comunicarse con los catalanes. “Al final fue un win win”, celebra al tiempo que demuestra que también tiene conocimientos de inglés.
Jordi Pujol se muestra además muy agradecido a Suiza por tener muchos idiomas oficiales y no haberle obligado a aprender ninguno. “Sin duda, el mejor país en el que he ingresado dinero negro”, zanja.
