Solemnemente declarando que “el mundo se ha abocado a un poder nunca antes conocido que podría acabar con la vida en la Tierra para siempre”, Pedro Mortero, un padre de familia de Moratalaz de 53 años que se ha comido hoy cinco platos de fabada, podría haberse convertido en un “nuevo Oppenheimer”, según han informado algunos analistas de su familia, que han comprobado de primera mano su poder destructor.
“Me he convertido en Muerte, el destructor del mundo”, ha admitido él mismo, según las fuentes, solo unos segundos después de soltar el primer petardazo, cuya potencia ha sorprendido a todos los presentes, incluido él mismo.
“Prometeo robó el fuego de los dioses y se lo dio al hombre, por esto fue encadenado a una roca y torturado por la eternidad. Yo no espero otro destino”, ha dicho también Mortero al pasearse por el comedor de su casa y ver a su familia completamente aniquilada, comprobando así el poder devastador de su propia ventosidad.
“Al utilizar por primera vez este tipo de armas, nos alineamos con los bárbaros de las primeras edades”, ha dicho con lágrimas en los ojos y mientras abría las ventanas de su domicilio para ventilar.
Mortero, según las fuentes consultadas, está muy arrepentido de haberse comido cinco platos de fabada, pues, aunque sabía que el “poder destructor” podía ser inmenso, “una cosa es la teoría y otra la práctica y las consecuencias éticas de tus decisiones”. Considera ahora que tendrá que cargar de por vida con las consecuencias de lo que ha hecho hoy. “Soy el hombre que le ha dado a la humanidad el poder de destruirse a sí misma y el mundo no está preparado”, ha dicho.
Actualización: a las 10:17, Mortero ha decidido soltar una segunda bomba con un poder destructor mayor que la primera.
