Tras meses de tranquilidad y bonanza, millones de familias españolas han agotado sus reservas de ketchup, mostaza y mayonesa y peregrinarán en los próximos días a diversos locales de McDonald’s para recolectar varios kilos de sobrecitos con los que aguantar todo el invierno. “Se vienen meses duros, esperamos que la cosecha de este año nos permita llenar la puerta de la nevera y aguantar bastante tiempo sin venir, porque esto [el McDonald’s] es muy duro”, explica Matilde Rodes, que ha acudido a un establecimiento de la cadena de comida rápida del centro de Barcelona, donde hay mucha afluencia de público y mucha competencia. La mujer admite que quizá tengan que volver otro día porque solo han conseguido llenar una mochila de sobres de ketchup y con eso solo llegan hasta enero.
Generalmente, las familias españolas pueden racionarse los sobres de ketchup gratuitos durante largas temporadas, pero es a principios de septiembre cuando la mayoría de ciudadanos se ven obligados a llenar la despensa de nuevo para hacer frente al curso escolar. 10 de cada 15 familias mandan a sus hijos al colegio con un sobre de ketchup en la mochila para que puedan beber algo durante el desayuno.
“Ayer abrí la nevera y no quedaban salsas y supe que había llegado el momento. Medio la vuelta y grité ‘¡Familia, ha llegado el momento, al Max Donal!’ Y hoy hemos cogido las maletas y nos hemos venido”, explica otro padre que está coordinándose con sus hijos para ir pidiendo por turnos más bolsitas de ketchup a los trabajadores, pese a haber consumido solo una ración de «nuggues«, según sus palabras.
“Más, más, hacen falta más, con esto no tenemos ni para unos espaguetis”, le ha dicho a su hijo pequeño, que ha vuelto a la mesa familiar con solo seis sobrecitos.
Estas semanas se ha visto también a Juan Sandé, director general de Heinz en España, pasearse por todas las cadenas de comida rápida del país pidiendo sobres de ketchup con los que rellenar las botellas de toda la producción del año que viene.
