“Me comprometo, claro que sí, no va a entrar en el Gobierno”. Estas fueron las palabras de María Guardiola, candidata del PP en Extremadura, hace dos semanas al ser preguntada por un acuerdo para gobernar con Vox. Sin embargo, dicho compromiso quedó anulado este 30 de junio después de que ambas formaciones hicieran público un pacto para dirigir juntos la región extremeña. «A nosotros no nos gusta oír un no por respuesta y no paramos hasta que las cosas salen como sabemos que tienen que salir», explican desde Vox entre risas.
«La ley del solo sí es sí es papel mojado porque hay veces que dice más un gesto, una mirada, que la propia palabra… No hay que rendirse nunca, lo decimos siempre», dicen desde el partido fascista.
Aunque al principio querían respetar la voluntad de Guardiola, que se negó en redondo a tener ningún tipo de relación con Vox, los compañeros de filas de la política ayudaron a forzar el sí. «Los de Vox habían depositado muchas esperanzas en meter la patita en el Gobierno de Extremadura y finalmente… les hemos ayudado a hacerlo porque hubiera sido una pena que, estando destinados a acabar juntos, no acabaran entendiéndose», admiten fuentes del Partido Popular, donde confían en que el gobierno no acabe en un «divorcio duro».
Desde Vox recuerdan que lo mejor es siempre negociar con ellos «por las buenas».
