Debido al calentamiento global, miles de gallegos han empezado a transformarse en pishas, según confirma un estudio presentado esta semana por la Agencia Española de Meteorología (Aemet). El informe alerta de que los gallegos están abandonando su carácter pausado y melancólico por uno más alegre y echao p’alante, muy dado al flamenquiño. «Oye, figura, vente pa la playita a tomar un rebujito, que este calor es tan criminal que podría estar en la cárcel», se le ha oído decir a un coruñés esta misma mañana.
Si las temperaturas siguen subiendo, la retranca gallega desaparecerá por completo y será sustituida por chistes de franceses, alemanes y españoles que entran en un bar. «En lugar de morriña, los gallegos están experimentando unas peligrosísimas ganas de vivir», advierten los meteorólogos. «Han empezado a verse sonrisas en la Comunidad de Galicia y eso, climáticamente hablando, es muy preocupante», insisten desde Aemet.
Muchos gallegos están cocinando pulpo a feria de abril y en vez de meigas ahora lo que haberlo haylo es el duende. «Si no paramos esto y conseguimos que bajen las temperaturas y vuelva la lluvia, España tendrá dos sures y eso no hay economía que lo aguante», avisan desde el Gobierno.
Lo que más miedo da a los meteorólogos es que la mayoría de gallegos ha dejado de beber Estrella Galicia y se ha pasado a la Cruzcampo. «Eso es muy peligroso para la salud», lamentan.
