El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha querido aprovechar al drástico aumento de las temperaturas estivales para adelantar los próximos proyectos del área de movilidad del Ayuntamiento. Entre ellos, «asfaltar todas las aceras para facilitar el paso de los coches». Ha aclarado, eso sí, que estos cambios se efectuarán cuando no quede ni un solo árbol en pie en la capital de España.
«Los peatones que permanezcan en la calle a pleno sol y no se muevan durante treinta segundos, quizá por haber sufrido una insolación por el calor que emite el asfalto, tendrán que pagar porque se considerará que están estacionados», ha explicado Almeida, insistiendo en que las nuevas medidas «están ya aprobadas». El político presume también de haber acuñado «un nuevo concepto de movilidad» al que se refiere como «peatonalización para automóviles».
Las primeras pruebas piloto, ejecutadas en el distrito de Ciudad Lineal, permiten apreciar ya un escenario único en Europa: calles estrechas que antes disponían de aceras y ahora se han asfaltado de un extremo a otro, en algunos casos con vallas que los propios vecinos han colocado para no ser arrollados al salir de sus viviendas, o para que los coches no puedan taponar las vías de acceso a los edificios al estacionar pegados a los muros.
«Las aceras son la principal amenaza para los neumáticos de los coches, y para las llantas, son un invento del pasado y esta ciudad tiene que mirar al futuro», ha sentenciado el alcalde después de tumbar de una patada un pino a medio talar.
