Según Jean-Philippe Gargante, coloproctólogo del hospital Vall d’Hebron de Barcelona, la salud rectal de muchos españoles, especialmente la de los más jóvenes, está en peligro por su costumbre de meterse cosas, especialmente aquellas que les gustan mucho, por el culo. «Los adolescentes actuales, cuando muestran mucho interés en algo, dicen que se lo van a meter por el culo, y no podemos quedarnos de brazos cruzados ante esta nueva tendencia, porque es peligrosísima», explica este especialista.
La expresión «voy a meterme esto por el culo» se ha convertido en una moda entre los adolescentes, pero está siendo adoptada por españoles más maduros que, a causa de la edad, ya no tienen un ano tan elástico. «Es peligroso porque hay gente introduciéndose por el recto incluso cosas intangibles como un podcast o un plan de fin de semana. ¿Cómo consiguen meterse por el culo un fin de semana? No habíamos visto nada igual en la profesión», se queja Gargante.
Es esencial que los jóvenes entiendan, dicen los coloproctólogos, que cualquier objeto extraño que se inserte en el recto debe contar con un diseño y una fabricación específica para tal uso, como por ejemplo algunos juguetes sexuales, pero en absoluto «cosas como por ejemplo un podcast entero» o incluso «un amigo al que se aprecie mucho». «Hay gente diciendo cosas como ‘tengo tantas ganas de ver a mis amigos que cuando los tenga delante me los voy a meter por el culo’ y quiero dejarlo claro: eso es peligroso para él y para sus amigos, porque el recto no es un entorno compatible con la vida humana», explica el médico.
En las urgencias de la Vall d’Hebrón tuvieron que intervenir a un joven de 23 años que se había introducido en el ano, en un solo fin de semana, todas las temporadas de la serie Succession, una palmera de chocolate y todos los capítulos del podcast La Ruina.
«Lo más triste es que habrá gente que vea este artículo en redes sociales y diga ‘Uy, un artículo de El Mundo Today… ¡pues por el culo me lo meto!’ ¿En qué lugar me deja a mí, que aparezco en él, o al propio medio?», se queja el especialista.
