Tras reducir sus expectativas a mínimos, los ciudadanos españoles han querido dejar claro a la clase política esta semana que, de cara a las futuras elecciones, se conforman con un gobierno que respete los derechos humanos. «Siendo los derechos humanos lo más básico que podemos esperar, votaremos al candidato que simplemente diga que respetará eso, aunque prometa no hacer nada más», dicen los españoles.
Años atrás, insisten los españoles, los derechos humanos se daban por sentados y por tanto a la hora de votar un candidato se optaba por un político que, además de respetar la Declaración Universal de los Derechos Humanos, prometiera también «otras cosas». La situación ahora es muy distinta.
«En esas estamos: con los derechos humanos me conformo, gracias», dice Enzo, de Barcelona.
«Y, si me apuras, con los tres o cuatro primeros, que no estamos para exigir lujos. Voto al que me garantice unos cuantos», añade.
Los ciudadanos han solicitado a Amnistía Internacional, organización especializada en la defensa de los derechos humanos, un listado de los candidatos, «si es que hay alguno», que hayan prometido respetarlos. Desde Amnistía Internacional, sin embargo, se han limitado a recordar que los derechos humanos «son derechos y libertades fundamentales que tenemos todas las personas por el mero hecho de existir y que los gobiernos deben proteger», por lo que se presuponen en cualquier programa político, pero admiten que «las cosas están y no están bien».
Desde Amnistía Internacional admiten que la Declaración Universal de los Derechos Humanos “quizá es un texto un poco largo para los políticos actuales”, por lo que han publicado el manifiesto “El país donde quiero vivir”, en el que constan 14 medidas de derechos humanos que, según la organización, “estaría bien” que se implementaran en la próxima legislatura, como el derecho a una vivienda digna, a recibir atención médica o a no sufrir discriminación, seas mujer, migrante o LGBTI.
A última hora, los españoles han detectado ya programas electorales que prometen respetar los derechos humanos «en la medida de lo posible”, otros que prometen respetarlos “según vaya surgiendo” y otros que “ya si eso”.
