Alberto Núñez Feijóo ha tardado más de un año en reconocer de manera pública que cobra un sueldo como presidente del Partido Popular, pero además insiste en negarse a hacer pública la cifra. Ante su tozudez, la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha anunciado hoy que será ella misma la que filtre el dato a la ciudadanía «incluso siendo esto ilegal, porque al final, a los de izquierdas, con tanto buenismo, los fachas nos pasan la polla por toda la cara».
Ha sorprendido, tanto dentro como fuera del Gobierno, el lenguaje empleado por la ministra, y hay unanimidad al calificarlo de «impropio». Sin embargo, Montero no se achanta: «Igual esperaban ustedes que recurriera a otro vocabulario, que usara palabras como emplazar, requerir o demandar. Pues no. Les informo de que me suda el coño ya, porque me quedan cuatro días aquí y lo que cobra Feijóo lo sabrá todo cristo porque lo dice la Chusa y a tomar por el culo. Si creen que no puedo hacerlo estén pendientes del BOE porque se vienen cositas».
«¿Ven este vergel que crece entre mis piernas? Si se fijan, verán ustedes la Ley de Protección de Datos por ahí. Esto es así porque me estoy pasando la legislación por lo que vendría a ser esta zona, todo lo inguinal y todo el coño moreno de su servidora la Chusa. ¿Que me echan del Gobierno? Pues me voy a mi casa, pero habiéndome quedado a gusto. Basta ya de remilgos con los fachas. La ley, para el que la respeta. El que se caga en el Poder Judicial no merece su amparo. Que les jodan, os lo digo», ha declarado Montero.
La titular de Hacienda ha terminado su alocución prometiendo «la tira de paralelas e inspecciones a todas las empresas del facherío. Igual ganan las elecciones, pero se van a pasar el verano recopilando notas de gastos y facturas. Les voy a pedir hasta el número de serie de las máquinas del cáncer que usan para blanquear sus evasiones fiscales. A su señoría se le ha hinchado el coño, como bien pueden ustedes apreciar, y soy la ministra de Hacienda. Ya saben lo que pasa cuando cabreas a Hacienda».
«Los españoles sabrán hasta cuánto le mide la polla a la alimaña esta de los cojones», ha zanjado.
