Hartos de ver a cientos de políticos cantar rap, rumba y reguetón, los ciudadanos españoles han emitido un comunicado esta mañana anunciando su voluntad de votar en masa a cualquier candidato, «sea del signo que sea», que se comprometa a no hacer ese tipo de cosas «ni siquiera en campaña». «El político que jure no cantar rap, bailar o hacer en general el gilipollas, tendrá nuestro voto, punto», han dicho los ciudadanos españoles lanzando un ultimátum a la clase política.
Los españoles renuncian ya a votar a partidos alineados con su ideología política, o que les prometan mejoras sustanciales en educación o sanidad: se conforman con cualquier candidato «que sepa estar en su lugar, sin cantar, sin ponerse a hacer, con perdón, el gilipollas con una gorra hacia atrás».
«Si un candidato fascista promete no cantar ni bailar durante la campaña ni una sola vez… tiene, Dios me perdone por lo que voy a decir, mi voto», admite Isabel Ridruejo, de Madrid.
«Lo prometo: tú no bailas, yo te voto. Sin preguntas», dice Ridruejo.
Los ciudadanos recuerdan que el fascismo es una agresión a los derechos fundamentales de mucha gente «pero el rap también», y que a veces puede ser «incluso peor y más agresivo, porque se te mete en la cabeza y no lo puedes sacar». «El político que se comprometa a leer el programa como un adulto y limitarse a hacer su trabajo, por nefastas que sean sus ideas, será el que nos dará más confianza», insisten los españoles en el texto.
Al cierre de la edición, todos los candidatos del país han publicado en sus respectivas sociales un rap, un reguetón y una rumba catalana (en el caso de los partidos catalanes), con coreografía incluida, donde prometen que su partido «nunca, nunca, nunca, yeah, yeah, hará una canción para redes sociales».
