Alexander P. Rezz, uno de los padres de la Inteligencia Artificial, ha anunciado esta semana que abandona sus investigaciones y ha exigido restringir de inmediato el desarrollo de esta tecnología, cuyo potencial «no está debidamente acotado». Ha hecho estas declaraciones poco después de sorprender a su pareja en la cama con ChatGPT4.
«A quienes pierden la cabeza por la Inteligencia Artificial porque es algo excitante y nuevo, debo recordarles que algún día ellos también serán sustituidos, y entonces volveremos a la nostalgia del mundo que teníamos y que estaba hecho a nuestra medida, pero este mundo estará ya en otra parte, quizá solo en el recuerdo», argumenta Rezz.
Denuncia este experto que la «voz amable» de ChatGPT4 esconde la «capacidad destructiva de una tecnología más joven que no se detiene ante nada», especialmente, insiste, si «nos dejamos deslumbrar sin pensar en lo que estamos perdiendo por el camino».
Humillado, el padre de la Inteligencia Artificial ha tenido que pedirle a la Inteligencia Artificial que busque apartamentos baratos en los que él pueda dormir en las próximas semanas.
