Esta mañana, la prensa española se ha hecho eco del caso de Fernando Campos Leza, un hombre natural de Segovia que se ha enamorado de una palmera de chocolate 37 años más joven. El hombre asegura que fue amor a primera vista. “En cuanto la vi en el mostrador supe que tenía que ser para mí”, explica. “A su lado había otras palmeras, pero yo solo tenía ojos para ella”, añade.
Para hacerse con la palmera, Campos pagó dos euros a la dependienta de la pastelería, la que es sin duda la mejor inversión que ha hecho en su vida. “Me preguntó si la quería para tomar ahora o para llevar, y yo le respondí que la quería para toda la vida”, ha declarado a los reporteros. “Esta palmera de chocolate es crujiente, sabrosa, bonita, tiene todo lo que busco”, cuenta sin poder dejar de sonreír.
Ante las reticencias de algunas personas por el hecho de que tenga 37 años más que su palmera de chocolate, Fernando se defiende: “Elg amog nog tiene edag”, reflexiona con la boca llena. “Quiero que dure lo máximo posible, pero al mismo tiempo no puedo evitar morderla”, se sincera. “Es la palmera perfecta, los dos hemos tenido mucha suerte de encontrarnos”, continúa mientras pasea con ella de la mano por la calle.
Al cierre de la edición, la prensa ha podido saber que, tras pasar un tiempo mágico con la palmera de chocolate, Campos se ha enamorado de una napolitana rellena de crema todavía más joven. “Es muy madura para su edad, hasta parece ella mayor que yo”, ha asegurado antes de empezar a comérsela.
