«Tengo un trabajo buenísimo y me lo pagan muy bien, pero trabajar no me gusta». Con estas palabras se sinceraba ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una entrevista radiofónica junto al periodista Aimar Bretos. El mandatario explicó que ser «rojeras» le cierra «muchas» puertas, también en la publicidad: «quién cojones va a querer hacer publicidad conmigo, y eso yo también lo entiendo y ahí se gana mucha pasta».
El político socialista abundó en el argumento: «me cierra muchas puertas. Creo que no me da mucho pero, te soy sincero, a mí me gustaría a veces no hablar tanto y no decir tantas cosas o expresarme tanto, pero va en contra de mi naturaleza».
Señaló Sánchez que hay «un punto de fama» donde puede decir cosas «y que tengan cierta repercusión». «Está bien hacerlo. Ten en cuenta que yo nunca esperé estar aquí ni ganar lo que gano ni tener la posición que tengo ni nada. Ni lo esperé, ni lo soñé ni lo quería».
Acabó la entrevista afirmando que todo lo vive «como un regalo»: «¿Que podría ser más? Pues podría ser más».
