Marina González, médico de familia, ha decidido romper una relación sentimental de doce años al enterarse de que su pareja estaba pagando la suscripción a Twitter Blue. El hecho de que la red social haya retirado hace unos días las insignias azules a los perfiles que no la estaban pagando, ha expuesto a todos aquellos que la conservan porque abonan diez euros al mes a la compañía de Elon Musk. «La maniobra ha acabado con la reputación de miles de personas», señalan los expertos.
«¿Como voy a tener hijos con una persona que se gasta el dinero de la familia en esto? Dice que me lo puede explicar, pero cada explicación que da es peor que la anterior», argumenta Gonzalez.
Insiste la mujer en que «dicen que hay que juzgar a la gente por cómo trata a los camareros y yo creo que el check azul es una forma aún más rápida de sacar conclusiones sobre su personalidad». El hombre se cuidaba de ocultar esos pagos, aprovechándose de que algunos periodistas como él disfrutaban hasta hace poco de la insignia.
«Ella va al gimnasio porque le gusta verse bien, yo tengo mi check azul», se defiende el hombre, que no duda al afirmar que «si me hace elegir entre ella y Musk, en fin, no sé, estamos hablando del hombre más rico del mundo». González se reafirma: «Si debo elegir entre estar sola y compartir mi vida con alguien que paga cada mes al hombre más rico del mundo a cambio de una medallita… dudas igual a cero».
