La desesperación del Gobierno después de saberse que Rafael Del Pino, presidente ejecutivo de Ferrovial, ha decidido trasladar la multinacional española de la construcción a Países Bajos, ha llevado al presidente Pedro Sánchez a recurrir a medidas extremas. El mandatario ha contactado esta mañana con Fuentes Curbelo, uno de los 12 detenidos en la operación Mediador, y le ha pedido que convenza a Del Pino para que se quede «dada su buena mano con los empresarios».
«Vamos, Tito, que tú puedes, campeón», le ha dicho Pedro Sánchez a Curbelo, conocido como Tito Bernie, en una conversación telefónica de más de veinte minutos. Desde Moncloa no han especificado lo que el presidente le ha ofrecido a Tito Bernie, aunque es de suponer que, en caso de colaborar, recuperaría su acta de diputado, entre otras cosas.
Aunque de métodos controvertidos, Curbelo es ahora mismo la única esperanza del Ejecutivo para que el presidente de Ferrovial dé su brazo a torcer. «La discoteca Pipol’s y sus mujeres empoderadas están esperándole con el asfalto ardiente y los carriles bien abiertos para su apisonadora», confirmaba este mediodía Curbelo, mandando sus primeras señales al empresario de la construcción.
Sánchez admite que la operación es clave para que España no pierda «cientos de miles de bolígrafos» que pasarían a manos de Países Bajos si Ferrovial no reconsidera su decisión.
