José Luis Martínez-Almeida ha cerrado las cuentas de 2022 con un déficit de 357 millones, los primeros números rojos en 12 años del Ayuntamiento de Madrid. Sin embargo, tal y como él ha recordado, «no siempre los números son lo más importante». «¿Que no sabemos gobernar? ¡Pues no sabremos gobernar, pero al menos somos fascistas!», ha declarado en una comparecencia que ha organizado esta mañana para defender su papel al frente del Ayuntamiento.
«No voy a salir a la palestra a defender mi gestión porque ya se ha visto que no tengo ni idea… pero sí mi fascismo, ahí es donde mi figura creo que destaca», ha dicho quitando importancia al agujero fiscal de 357.448.737 euros que habrá que subsanar con deuda pública.
«Muchos se preocupan por los números y, vale, de acuerdo, a lo mejor no están bien… ¿Pero por qué no hablan de todas las calles que recuperaron su nomenclatura franquista? ¿Por qué no mencionan la calle de los Caídos de la División Azul, la calle del General Millán Astray, la calle del Crucero Baleares?», ha dicho Almeida.
El alcalde popular también ha recordado que cortar árboles es caro y que «es mucho más barato dejarlos como estaban, tan ricamente, dando sombra, pero eso no es algo que este Ayuntamiento se pueda permitir».
