El Clásico de este fin de semana está más envuelto por la polémica que ningún otro de la historia. Al Caso Negreira, ahora se une la negativa de los jugadores del Barça a dejarse las uñas largas para lucir la camiseta de Rosalía, lo que podría provocar que el conjunto local perdiese el partido por incomparecencia.
Los futbolistas del conjunto catalán aseguran que ni están dispuestos a lucir las uñas largas ni tienen tiempo material para dejárselas crecer, siendo las extensiones un peligro en el terreno de juego. “Esto nos parece muy precipitado”, lamenta el capitán del equipo, Sergio Busquets. El mayor problema lo presenta el portero Ter Stegen, que no podría hacer su trabajo con las uñas largas. “Tendría que hacerme agujeros en los guantes y se me podrían romper con los disparos del rival”, argumenta el guardameta.
Los jugadores desconocían que llevar la camiseta de la cantante implicaba también jugar con las uñas larguísimas, enseñando el ombligo y llevando el casco de Motomami. “Entendemos que la situación económica del club es complicada, pero obligarnos a salir así al campo ante nuestro eterno rival nos parece inapropiado”, reflexiona Busquets. “Lo de obligar a Xavi a hacerse el peinado de Rauw Alejandro ya es la gota que colma el vaso”, ha declarado en la rueda de prensa previa al partido.
El presidente del Fútbol Club Barcelona también ha informado a los aficionados de que, si acuden al evento, tendrán que aplaudir siguiendo los compases de la música y gritar “tra tra” en lugar de “gol” si el equipo marca.
