A solo unas horas de que se produzcan las movilizaciones más importantes del año, las feministas españolas todavía no saben qué hecatombe vírica van a provocar este año. «En 2020 estuvimos francamente bien, creando una pandemia mundial inédita en la historia, pero este año todavía no sabemos qué hacer, estamos muy nerviosas», han confirmado las feministas españolas, que admiten que es muy difícil superar el acto de hace tres años.
Lo cierto es que el movimiento llega muy dividido a las movilizaciones de este año a causa de la transfobia de algunos colectivos minoritarios y del debate sobre si debe corregirse o no la ley del ‘solo sí es sí’. Ha sido esa controversia la que ha impedido centrarse «en lo realmente importante, que es qué enfermedad contagiar a todo el mundo», según una activista madrileña que lamenta que no se hayan puesto nuevas ideas sobre la mesa.
«¿Vamos a intentar exterminar a la humanidad como hacemos cada año o no? Esa es la pregunta que hay que hacerse», insiste esta activista.
«Lo decimos siempre: lo importante no es tanto cómo sea la enfermedad que vamos a propagar como tener muy claro que lo que buscamos a la larga es exterminar, como es lógico, a todos los hombres, verdadero objetivo histórico del feminismo, tal y como dicen en los diarios de la derecha, que son los únicos que realmente nos han calado», dice Cristina V., otra feminista histórica que lamenta que este año las cosas estén tan «tensas y tan difíciles».
Las feministas españolas admiten que algunas mujeres han pedido un virus «muy simplón pero eficaz» que provoque que a los hombres se les caiga el pito. «Y algunas hemos dicho que, aunque sean pocas, hay mujeres que tienen pito y que por tanto extender una pandemia de ese tipo podría afectarnos a nosotras también… Total, que faltan unas horas para las manifestaciones de mañana y todavía no hay nada claro, una pena», lamenta una feminista de Barcelona, muy desencantada con las concentraciones de este 8M pero que espera que haya alguna decisión de «última hora» que mejore la situación.
Desde el Ministerio de Igualdad han lamentado que se hayan dado ayudas de «varios miles de millones de euros» para investigar «nuevos y mortíferos virus que propagar coordinadamente por todo el país mediante las movilizaciones del 8M, que para eso están» y que haya activistas «que se hayan puesto de culo». «Deberíamos ir todas a una, de otra manera es imposible extender nuestro reino del terror de una vez por todas», lamentaba hace unos días una portavoz de Igualdad.
Algunos colectivos feministas ya han confirmado su intención, si no hay acuerdo, de hacer lo que hacen cada año: salir con tijeras de podar «a cortar pitos».
