Ver de qué manera evitan Ada Colau y Pere Aragonès a Su Majestad Felipe VI, para luego verse forzados a saludarlo igualmente en el momento de la foto oficial, es ya el único atractivo que tiene el Mobile World Congress que se celebra cada año en Barcelona. «Hay mucha saturación con la tecnología, aquí la gente viene por el numerito del saludo», confirma el presidente de Fira de Barcelona, Pau Relat.
«Se hicieron de rogar faltando al besamanos y estábamos todos emocionadísimos, cada año nos hacen creer que habrá desplante pero luego no, siempre encuentran la manera de mantener la tensión», confiesa Lee Jae-yong, presidente de Samsung, que regresó a Corea nada más terminar el saludo de Aragonès y Felipe VI. «Pues nada, está todo visto. El año que viene más», zanjaba el directivo.
Los pabellones que albergaban el congreso se vaciaron en menos de media hora una vez finalizadas las salutaciones. «Los de Nokia se quedan porque traen móvil nuevo, los pobres. Deberían patrocinar el saludo de Colau para que alguien les hiciera caso», señalaba con sarcasmo el presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez Pallete.
No conforme con la expectación que levanta siempre su saludo a regañadientes, Pere Aragonès ha sorprendido en el último minuto pidiéndole a una inteligencia artificial que proclamara la independencia de Cataluña. «Lo siento, habla en castellano, no te he entendido», le ha respondido el sistema, provocando risotadas entre los organizadores.
