Esta mañana, Narciso González, un hombre de 44 años natural de Madrid, ha empezado a sufrir un infarto y ha acudido corriendo a la cola del paro para ser atendido por un médico cuanto antes. El hombre ha llegado a las 10:25 horas y se ha encontrado con decenas de profesionales de la sanidad dispuestos a tratarle. “Había una cola de médicos esperando a atenderme”, reconoce el hombre.
Narciso empezó a encontrarse mal a primera hora de la mañana y llamó a una ambulancia, pero el número estaba ocupado o fuera de cobertura, así que optó por ir directamente en busca de un facultativo a la cola del paro. “A día de hoy, ir a un hospital para ser atendido por un médico no es realista”, se sincera. “Lo mejor que he podido hacer es ir a la cola del paro porque allí la lista de espera, en comparación, es cortísima”, añade.
Los médicos, enfermeros y celadores que se encontraban en la oficina del paro pudieron estabilizar al paciente y ya se encuentra fuera de peligro. A día de hoy, las oficinas del paro ya son los centros de atención médica primaria más frecuentados. “Aunque las oficinas del paro y la calle no son los lugares más adecuados para según qué intervenciones, hay unos médicos de mucho nivel”, apuntan desde el Ministerio de Sanidad.
Ahora, el proyecto del Gobierno es ir reformando poco a poco las oficinas del paro para convertirlas en hospitales y centros médicos, y también aprovechar que los hospitales están vacíos para convertirlos en oficinas del paro.
