Tras ver las sucesivas caídas de varias criptomonedas, y después de que el exchange FTX anunciara su bancarrota hace unos días, los españoles han empezado a asumir que les tocará, tarde o temprano, rescatar a los bancos de criptomonedas, tal y como ocurrió con el rescate bancario de 2008. “Ni siquiera sé si lo de las criptos son bancos o cajas de ahorro o qué son, pero ya me he hecho a la idea de que yo palmaré pasta con este tema”, dice Loli, una ciudadana de Barcelona.
Aunque, por ahora, el Gobierno no se ha pronunciado sobre este tema, no pocos analistas concuerdan con que es «más que probable» que haya que rescatar tarde o temprano a los criptoinversores. «Al final, si tenemos que desembolsar 2000 euros por español para salvar a un puñado de hijos de puta que se creían más listos que los demás… pues tampoco pasa nada porque no sería la primera vez y, oye, al final el Estado de Bienestar está para estas cosas», comenta Jaime, un ciudadano segoviano.
Los ciudadanos españoles, ya acostumbrados a rescatar a sectores financieros en crisis, cuando ven a una persona conduciendo un Porsche Cayenne ya saben que, tarde o temprano, tendrán que ayudar económicamente. Muchos, cuando los ven en los semáforos, les dan dinero en efectivo directamente con la frase “toma, para cuando lo necesites”.
Otros tantos se quejan, sin embargo, de que lo tienen muy difícil para darles dinero “porque esos cretinos no paran en los semáforos”. Por lo tanto, la mayoría de ciudadanos esperará a darles su dinero por vías oficiales, cuando el Gobierno anuncie el criptorescate que, sospechan, «debe de estar al caer».
Muchos españoles tienen amigos que han invertido en criptomonedas (y han perdido todos o parte de sus ahorros) y ya llevan algún tiempo ayudándoles con dinero en efectivo, por más que dichas personas, claramente desamparadas, se empeñen en presumir de sus fortunas compuestas de «dinero invisible de internet».
