Certificando la escasa efectividad de las medidas tomadas hasta ahora para poner freno al calentamiento global, el Consejo del Atlántico Norte ha acordado hoy en Bruselas, por unanimidad, llevar a cabo una «acción militar sin precedentes contra el cambio climático». El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha reiterado que «es momento de explorar otras vías porque no hay tiempo y las estrategias actuales no están funcionando».
El portavoz del Cuartel General Supremo de las Potencias Aliadas en Europa, Tod D. Wolters, ha informado de que «se están preparando los efectivos necesarios para iniciar en breve una contundente acción militar». La ofensiva se plantea en un momento de gran incertidumbre por la Guerra de Ucrania, aunque la OTAN considera que «son desafíos de distinta naturaleza y el potencial destructivo del calentamiento, cuyos efectos empiezan ya a notarse, exige acciones inmediatas».
«Estamos preparados para responder», ha asegurado Stoltenberg, detallando que la organización dispone de bombas de gravedad B61, misiles de corto alcance, proyectiles de artillería, minas terrestres, cargas de profundidad y torpedos, todos equipados con cabezas nucleares, para «mandar un mensaje claro a la atmósfera terrestre».
Aunque el secretario general de la entidad no ha querido confirmarlo, fuentes de la OTAN apuntan a la intención por parte de los países miembros de «dejar de reciclar inmediatamente» para no «ceder al chantaje climático» y mandar el mensaje de que «no estamos dispuestos a renunciar a nuestro modo de vida».
